domingo, 27 de febrero de 2011

Erase una vez...

Siéntate cómodamente y tómate un tiempo de relax. Te voy a contar los detalles de esta increíble aventura llena de obstáculos… fechas, huelgas, nieve, trenes, aviones, cambio de planes de última hora, compañeros implicados, favores, mentiras “piadosas”…

Erase una vez un holandés y una española que coinciden en una boda en México de unos amigos en común. Pasan unas horas estupendas y deciden encontrarse de nuevo en un lugar de Europa. Entonces suceden múltiples inconvenientes que dificultan el reencuentro:

“Fechas”: Desde un principio tuvimos problemas para ponernos de acuerdo con las fechas, por ello nos demoramos tanto en quedar. Pero al fin encontramos el fin de semana adecuado y reservamos.

“Huelga de controladores aéreos”: Cuando ya se acercaba la esperadísima cita (una semana antes de partir) a los controladores aéreos de mi país se les ocurre hacer huelga, provocando de este modo el colapso total del país. El lunes 6 y el miércoles 8 de diciembre fueron días festivos en España (con lo que mucha gente aprovechó para viajar) y los controladores empezaron la huelga el viernes 3 de diciembre. Además, no era una huelga programada. No habían avisado y se podía extender por tiempo indefinido. Las consecuencias fueron nefastas: miles de personas esperando en los aeropuertos; todos los vuelos cancelados, etc. Por suerte, el gobierno actuó con rapidez: instalaron parte de los militares en los aeropuertos y sancionaron a los controladores (por no haber avisado y provocar el caos). Mucha gente ha resultado perjudicada.

“Nieve”: Una vez solucionado el problema de los controladores y acercándonos aún más a la fecha, surgió el obstáculo de la nieve. Yo debía partir el viernes en avión, por la noche, y a medida que se acercaba el día la cosa iba de mal en peor. Los aeropuertos de Paris cerrados y los trenes también llegaron a suspender el tráfico durante unas horas, o bien sufrían importantes retrasos.

“Mentiras piadosas”: Con todo, hacía más de un mes que tenía la reserva de avión y aún no les había dicho nada a mis padres. No sabía qué excusa inventar para la escapada del fin de semana. Además, resultaba algo sospechoso porque justamente el año pasado ya estuve en Paris… Al fin dije que había encontrado una súper oferta y no me lo había pensado. Además, este año ha sido un poco abusivo en cuanto a viajes: Holanda, Italia (x2), México y ahora Paris. Avisé a penas unos días antes de partir.

“Compañeros implicados y favores”: Lo cierto es que existe muy buena relación con mis dos compañeros de trabajo y ambos conocían nuestra historia. El pasado jueves, justo antes de partir, les comenté que la cosa estaba muy mal por el tema del tiempo. Simon también lo tenía complicado desde Ámsterdam, por la misma razón. Nos escribimos un email, el mismo jueves, coincidiendo en que no íbamos a cancelar nada de forma prematura, sino que íbamos a probar de llegar de cualquier modo (a tiempo o con retraso) aun sabiendo que corríamos el riesgo de que uno de los dos, o ambos, no pudiéramos viajar. Si al fin sólo uno de los dos podía llegar, pasaría el fin de semana solo en Paris (no es la primera vez que viajamos solos…).

Entonces surgió la idea: mi jefa me sugirió (casi me obligó!) a comprar un nuevo billete y partir con el tren de alta velocidad desde Perpiñán (es una ciudad que está en la frontera entre España y Francia). Era más seguro desplazarme en tren, porque el riesgo es menor. El trayecto: casi 6 horas. El inconveniente era trasladarme hasta Perpiñán, porque los horarios de bus hasta allí son bastante malos. Pero hasta en esto tuve suerte. Una vez más: ¡gracias a mi jefa! Sus padres tienen un negocio de muebles y uno de los empleados debía ir el viernes por la mañana a Perpiñán. Así es que el mismo día me fui al trabajo con la maleta de viaje y al poco rato el empleado me vino a recoger a la oficina. Increíble! Además, mi jefa me dio el día libre. Mis dos compañeros estaban casi tan implicados como yo. Ansiaban saber el desenlace final!

“Desenlace con final feliz ;-)” Incluso problemas en el tren de camino a Paris. En Montpellier tuve que cambiar de tren. No sé el motivo, pero la cuestión es que faltaban vagones, así es que había overbooking y algunas personas debían permanecer de pie. Por suerte, yo tuve asiento todo el trayecto. Finalmente llegué a Paris sobre las 6 de la tarde y una hora más tarde estaba en el hotel. Simon llegó sobre las 12 de la noche. Y bueno, el resto ya te lo puedes imaginar… ;-)

De visita, estuvimos prácticamente en los mismos lugares que vi el año pasado: Notre-Dame, Louvre, Bastille, Arc de Triomphe, Champs Élysées, Tour Eiffel (por fuera), Sacré Coeur, Panthéon, la Sorbonne, le Moulin Rouge, Montmartre, Cementière du Pére- Lachaise… Entre visita y visita, disfrutando de buenas comidas y cafés en lugares preciosos!

Nunca me había ocurrido algo así! No me canso de decir que ha sido increíble! Cuando algo se hace esperar y resulta difícil de conseguir, luego la recompensa es mejor. Además, él ha tenido muchísima paciencia conmigo y mi patético inglés... Lo cierto es que ya sabes que nunca tengo noticias sobre novios, amigos especiales, etc. No es que no quiera contar, sino que la parte sentimental en mi vida habitualmente brilla por su ausencia ;-) Hasta ahora…

Bueno, hay más anécdotas. Una vez más, mi móvil falló. El día antes habíamos probado de enviarnos mensajes y todo parecía estar bien. Yo recibía los suyos y él los míos. El problema empezó una vez llegué a Francia. Durante el trayecto en tren, Simon me envió un mensaje y como siempre (lo mismo que me ocurrió en México) ¡no podía responder! Pensaba que no podría contactar con él hasta llegar a Paris… Me envió otro sms para preguntarme si me había ocurrido algo, porque no había contestado. Entonces intenté llamar y sí pude efectuar la llamada. En México ni siquiera podía llamar, sólo recibir llamadas y mensajes. Esta vez, por lo menos, pude llamar y explicarle qué sucedía.

Una vez en el hotel, Simon me llamó justo cuando me encontraba en el ascensor, subiendo para la habitación. Tuvimos problemas de cobertura y la llamada se cortó. Pensé en esperar unos minutos, llegar a la habitación, descargar el equipaje y llamarlo de nuevo. Pero mi sorpresa fue cuando abrí la puerta… ¡había maletas y ropa! Me entró la risa cuando bajé a contárselo al recepcionista. ¡Con todo lo ocurrido, sólo hubiera faltado que encima nos quedáramos sin habitación de hotel! Jajaja Pero se solucionó rápido. Por suerte fue un error de ellos: me habían dado la habitación equivocada.

Y la primera vez que nos vimos… Me llamó el tipo de la recepción a la habitación para avisarme de que mi “boyfriend” había llegado. Entonces tuve que bajar a buscarlo porque yo tenía las dos llaves. Y bueno, fue un saludo tímido pero también especial. No me acordaba de los 3 besos típicos de Holanda! Así es que fueron 2 y al tercero retiré la mejilla. Suele ocurrir… ¿Te das cuenta de que cuanto menos cálido es el país más besos se dan? En Holanda 3 y tienen fama de tener carácter frío (aparte del clima)! Sin embargo, países latinos, más calientes, como México o España sólo 1 y 2… Tres en Holanda, 2 en España, 1 en México. Al final no te aclaras! Estas cosas deberían estar estandarizadas para evitar hacer el ridículo.

Luego subimos a la recepción para descargar el equipaje y decidimos ir a tomar algo en un lugar cercano. Mojitos y Caipiriñas (para ir entrando en calor).
Los temas de conversación han sido bastantes y variados.

Pero no hablamos del “después”. Me resultaba un poco violento. Ante estas situaciones, preguntar directamente con la persona delante puede resultar algo incómodo. Obviamente, si existe interés por ambos lados, no hay problema alguno. Al contrario, es pura felicidad. El inconveniente surge si este sentimiento no es recíproco. En tal caso no es demasiado agradable tener que dar o recibir un “no” por respuesta. Así es que preferí no tocar el tema.

Pero justo una semana después recibí un mensaje hablando sobre el tema. Parece que los dos sentimos lo mismo!!!! Así es que va a haber nuevo reencuentro!!! Estoy emocionadísima y no me lo puedo creer!

No hay comentarios:

Publicar un comentario